La Ollería es un sitio
arqueológico con características monumentales. Aunque algo maltratado por el
tiempo y por algunos individuos inescrupulosos que no respetan el patrimonio de
nuestra colectividad, el sitio mantiene algunas características significativas
para los investigadores, como la utilización de grandes adobes de barro, una
técnica constructiva que, como veremos, sólo se utiliza en el valle de Mala en
los edificios oficiales de la administración Inca. Por tal motivo, debemos
suponer que dicho sitio tuvo alguna función significativa para el aparato
estatal inca.
El sitio de La Olleria se
halla localizado en el camino moderno que une la localidad de Santa Cruz de
Flores y San Antonio.
Este sector está compuesto
por una serie de terrazas, sobre las cuales se construyeron 7
"recintos" con un fondo promedio de 4 metros y que habrían funcionado
como depósitos, función que es respaldada pues algunos de ellos tiene acabados
de revoque de barro. Las terrazas sobre las que se elevaron estos cuartos están
compuestas por muros que modifican la pendiente del cerro y que tienen como
principal material de construcción lajas de piedra colocadas una encima de la
otra. Sin embargo, en algunos de los muros de estas terrazas, ubicadas en el
centro del "sector E" se conserva aún lienzos de muro con enlucido
amarillo. Para los recintos construidos sobre las terrazas se utilizó adobes
rectangulares (dimensiones: 0.25 x 0.42 x 0.6 mts) hechos con molde. Por el
contrario, el material usado en los demás sectores del sitio fue la piedra
semicanteada y barro. Todo este conjunto de terrazas y recintos en el
"sector E" causan la impresión al visitante, aún en la actualidad, de
estar ante una construcción sólida y con la apariencia general de un edificio
principal inusual en esta parte del valle. La solidez de la arquitectura
también se puede notar, por ejemplo, en la cabecera del muro oeste del
"recinto 1" de este sector donde se pueden apreciar 3 paños murarios
que serían el resultado del adosamiento de nuevos muros sobre los originales,
es decir, hubieron remodelaciones de los muros que, además, de afectar su
morfologia los hicieron más sólidos (ver fotografía arriba). Los
"recintos" mejor definidos se describen a continuación: Recinto 1:
Ubicado en el extremo Este de todo el sector. Su muro Norte mide 4.8 mts. y es
un triple muro, con un ancho máximo de 1.2 mts hasta 0.4 mts en el lado Oeste
también mide 4.8 de largo y 3 mts de alto, es un muro doble que llega a medir 1
de ancho. El acceso a este cuarto se halla en el límite de este muro con el
muro sur, este muro mide 5 mts. Recinto 2: Se ubica en el centro del sector,
limitando la terraza 4. Mide 1.5 mt por 1.6 mt. y tiene una profundidad de 4
mt. por lo que bien podría haber fungido como depósito. Los muros tienen de 0.5
mts a 0.45 mts de espesor. Recinto 3: Ubicado en la terraza 2 lado Oeste. Mide 1.5
mt. de largo por 1.3 mt. de ancho y 3.5 mt. de profundidad. Los muros tienen
0.6 mts de espesor promedio. En el muro Norte se observan restos de enlucido
amarillo.
POSIBLE FUNCIÓN DEL SITIO
DE OLLERÍA
En el sitio se observa una
gran dispersión en superficie de fragmentos de cerámica del estilo conocido
como Puerto Viejo, algunos de ellos que presentan fallas de cocción. Esto unido
al mismo nombre del sitio, plantearía que este sitio tuvo como una de sus
funciones principales la producción de cerámica (con características
tecnológicas y formales locales) dentro de un sitio con características
arquitectónicas Inca Imperiales, lo que estaría reforzando nuestro
planteamiento que algunos sitios arqueológicos representan espacios de
producción especializada y controlada (trabajo local apropiado) por el sistema
estatal incaico.
CORTESIA : ARKEOMALA http://arkeomala.blogspot.com/